¿Te has preguntado por qué algunas personas se duermen rápido y profundo, mientras que a ti te cuesta trabajo “apagar la mente”? No siempre se trata de la cafeína o de las pantallas: tus genes también influyen en tu ciclo de sueño.
El ciclo de sueño y tus genes: una conexión que no sabías
El sueño no es un estado pasivo. Se organiza en ciclos con fases que van desde el sueño ligero hasta un descanso profundo y reparador. La duración y calidad de esas fases están reguladas, en parte, por tu reloj biológico interno, el cual está marcado por tus genes.
Tus genes participan en:
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Ritmo circadiano: Regulan a qué hora te da sueño y a qué hora despiertas. Esto explica por qué hay personas que son “más nocturnas” y otras que son “más madrugadoras”.
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Producción de melatonina: Algunos genes determinan qué tan rápido produces la hormona del sueño al oscurecer.
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Profundidad del sueño: Hay variantes genéticas que influyen en si tiendes a tener un sueño más ligero o más reparador.
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Recuperación: Los genes también afectan qué tan eficiente es tu descanso para devolverle energía a tu cuerpo.
Si tu ciclo de sueño está alterado, tu cuerpo lo nota
Cuando tienes una predisposición genética a dormir poco profundo, a despertar seguido o a tener un ritmo circadiano irregular, aparecen síntomas que afectan tu día a día:
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Fatiga constante aunque duermas “lo suficiente”.
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Dificultad para concentrarte.
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Cambios de ánimo e irritabilidad.
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Desequilibrios metabólicos (más antojos, dificultad para controlar el peso).
¿Se puede mejorar el descanso aunque la genética influya?
¡Claro que sí! Aunque tus genes marquen ciertas tendencias, tus hábitos pueden cambiar la forma en que se expresan. Esto se llama epigenética.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones prácticas que pueden ayudarte a optimizar tu descanso:
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Mantén horarios regulares para dormir y despertar.
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Evita pantallas al menos una hora antes de dormir.
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Haz ejercicio, pero no muy tarde.
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Consume nutrientes clave como magnesio, vitamina B6 y triptófano, que apoyan la producción de melatonina.
Tu descanso no depende solo de tus rutinas: tus genes también moldean tu ciclo de sueño. Conocer esta información te ayuda a entender por qué duermes como duermes y qué cambios puedes hacer para mejorar tu descanso.
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