Terminas de comer y al poco rato… ¡empieza el show! Tu panza se inflama, sientes presión o hasta ruidos intestinales incómodos.
Esto no siempre significa que comiste demasiado. En realidad, algunos alimentos tienen componentes que tu cuerpo no procesa al 100 %, y ahí es cuando aparecen los gases.
¿Qué pasa en tu cuerpo cuando tienes gases?
Imagina que tu sistema digestivo es una fábrica muy eficiente. Cuando los alimentos llegan, la “fábrica” empieza a descomponerlos para sacar nutrientes. Pero si hay partes que no se digieren bien, esas sobras pasan a tus bacterias intestinales, que las fermentan.
Esa fermentación es la que produce gases que luego tu cuerpo tiene que liberar.
Si te pasa muy seguido, el problema puede que no sea solo lo que comes, sino cómo tu cuerpo reacciona a esos alimentos.
En nutriADN contamos con pruebas como SensiTest para identificar qué alimentos pueden estar causando inflamación y gases en tu caso. Conócelo aquí.
Tus posibles culpables: alimentos que suelen producir gases
Aunque son muy nutritivos, estos alimentos suelen ser los principales sospechosos detrás de la hinchazón y los ruidos abdominales:
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Bebidas con gas: Refrescos, agua mineral y cerveza no se digieren; ese aire entra directo y tiene que salir en forma de gases.
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Endulzantes artificiales: El sorbitol, xilitol y manitol (en chicles y productos “light”) no se absorben por completo y terminan fermentando en tu intestino, causando hinchazón.
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Lácteos (leche, queso, yogur): Si tienes intolerancia a la lactosa, el azúcar de la leche no se descompone bien. ¿El resultado? Hinchazón, cólicos y muchos gases.
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Leguminosas (frijoles, lentejas, garbanzos): Tienen compuestos llamados oligosacáridos que son difíciles de digerir. Por eso fermentan fácilmente en el intestino, provocando la hinchazón.
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Verduras (brócoli, col, coliflor): Son súper saludables, pero su fibra y azufre pueden producir fermentación extra en intestinos sensibles.
¿Por qué no nos afectan igual a todos?
Porque cada persona tiene un intestino único. Lo que a ti te provoca gases, a otra persona puede no hacerle nada. Esto depende de:
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Tu microbiota intestinal: Las bacterias que viven en tu intestino.
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Sensibilidades o intolerancias: Si tu cuerpo reacciona a ciertos alimentos de forma particular.
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La cantidad y frecuencia: No es lo mismo una porción pequeña que comer el mismo alimento todos los días.
Qué puedes hacer para sentirte mejor
Tener gases después de comer no es raro ni significa que tu sistema digestivo esté mal. Muchas veces, solo necesitas hacer pequeños ajustes:
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Sé un detective: Observa qué alimentos te causan síntomas y anótalos.
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Come despacio y mastica bien: Suena simple, pero ayuda a tu cuerpo a procesar mejor los alimentos.
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Prueba porciones pequeñas: Reintroduce los alimentos que te inflaman de forma gradual.
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