¿Alguna vez te has preguntado por qué hay personas que parecen mejorar más rápido en el gimnasio o que tienen más resistencia al correr, mientras que a otras les cuesta mucho ver resultados?
La respuesta no siempre está en el esfuerzo o la disciplina: tus genes también juegan un papel clave en tu rendimiento deportivo.
Tu genética: el secreto detrás de tu rendimiento
Tu cuerpo no responde igual que el de tu vecino porque tu ADN influye en cómo usas la energía, cómo te recuperas después de entrenar e incluso en tu riesgo de lesiones. Algunos factores genéticos importantes son:
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Capacidad aeróbica: Tus genes determinan qué tan eficiente eres usando oxígeno durante el ejercicio. Esto puede hacer que tengas más facilidad para deportes de resistencia como correr, nadar o andar en bici.
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Fuerza y masa muscular: Otros genes influyen en la proporción de fibras musculares rápidas y lentas. Esto explica por qué algunos responden mejor al entrenamiento de fuerza y otros a la resistencia.
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Recuperación: Tu genética también afecta la inflamación y la reparación de tejidos después del ejercicio. Por eso, hay personas que se recuperan en horas y otras que necesitan días para volver a entrenar.
¿Y qué significa esto para ti?
Conocer cómo respondes genéticamente al deporte puede ayudarte a:
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Elegir entrenamientos que realmente funcionan para tu cuerpo.
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Reducir el riesgo de lesiones adaptando tus rutinas.
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Optimizar tu recuperación con nutrición y descanso adecuados.
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Aprovechar mejor tu energía y ver resultados más rápido.
Antes parecía imposible saber todo esto, pero hoy existen pruebas que analizan tu ADN y te muestran de forma clara cómo personalizar tu entrenamiento.
La herramienta que traduce tus genes en acción
Una de ellas es nutriADN Premium, una prueba genética que, además de tu alimentación y salud, incluye un apartado específico de rendimiento deportivo. Con ella puedes descubrir:
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Si respondes mejor al entrenamiento de fuerza, resistencia o mixto.
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Tu predisposición a lesiones y cómo prevenirlas.
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Tu capacidad de recuperación post-ejercicio.
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Cómo tu genética influye en tu energía y resistencia.
No se trata de entrenar más duro, sino de entrenar más inteligente con base en tu biología única.
El deporte no es “talla única para todos”. Tu ADN influye en cómo entrenas, cómo rindes y cómo recuperas. Conocer esta información puede marcar la diferencia entre frustrarte o avanzar más rápido hacia tus objetivos.
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